Limpieza inicial 🧼
El primer paso es lavar bien las manos con agua y jabón antes de manipular cualquier herida. Luego, enjuagar suavemente la herida con agua corriente para eliminar la suciedad, los residuos y las bacterias. Evita el uso de agua oxigenada o alcohol, ya que pueden dañar el tejido.
Controlar el sangrado 🩸
Si la herida está sangrando, aplique presión directa sobre la zona con una gasa estéril o un paño limpio durante varios minutos hasta que el sangrado se detenga.
Desinfección 🫧
Una vez que la herida esté limpia, aplica un antiséptico suave para prevenir infecciones. Puedes usar una solución salina o un producto de limpieza de heridas recomendado por un profesional de la salud.
Aplicar una venda o apósito 🩹
Cubre la herida con un apósito estéril o una gasa limpia y asegúralo con cinta adhesiva o un vendaje para mantenerlo en su lugar. Cambia el apósito según sea necesario para mantener la herida limpia y seca.
Controlar y monitorear 👩🏻⚕️
Observa la herida regularmente para detectar signos de infección, como enrojecimiento, hinchazón, dolor persistente o secreción. Si notas alguno de estos síntomas, busca atención médica.