Servicios de Geriatría a tu alcance.

No se puede explicar el concepto de geriatría sin comenzar por el de servicios médicos especializados.

Si estás al día con las publicaciones de nuestro blog, tal vez recuerdes que una vez hablamos del tema.

La salud de una persona abarca muchos aspectos y cada uno tiene sus particularidades. Por eso existen las especialidades médicas y, en consecuencia, los servicios médicos especializados.

Se trata de distintas ramas de la medicina que se dedican a determinadas partes del cuerpo humano, enfermedades o grupos etarios.

La geriatría, entonces, es el servicio médico especializado en los problemas y enfermedades de los adultos mayores.

Entonces, un geriatra se dedica al estudio, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación de las enfermedades en este sector de la población.

Como tal, tiene un conocimiento particular de aquellas patologías que más afectan a los adultos mayores, muchas de ellas enfermedades crónicas, entre otras:

• Osteoporosis.
• Demencia.
• Incontinencia urinaria.
• Artritis.
• Enfermedades coronarias.
• Accidentes y caídas.
• Diabetes.
• Depresión.

Es necesario señalar que el médico geriatra es acompañado por otros profesionales de la salud especializados en adultos mayores, como enfermeras, fisioterapeutas y auxiliares. Todos ellos son profesionales de la geriatría y juntos brindan los servicios médicos especializados en la tercera edad.

¿Es lo mismo Geriatría vs. gerontología?

No, no lo son. Hay términos dentro de la medicina que inducen a error, como geriatría y gerontología.

Está claro que los dos términos tienen la misma raíz (geron), un término que viene del griego y se traduce como “viejo”.

Ahora bien, en gerontología, la segunda parte de la palabra viene de logos, es decir, estudio. En cambio, geriatría se completa con otro término griego —iatrikos— que significa tratamiento médico. Es decir:

• Gerontología es la ciencia que estudia a la vejez, el envejecimiento y todos aquellos fenómenos que ocurren durante este proceso normal de la vida.
• Por su parte, la geriatría se encarga de aquellos aspectos que hacen a la salud física y mental de un adulto mayor. Entonces, su principal foco es tratar y solucionar los problemas asociados al envejecimiento.

En conclusión, muchas veces la geriatría se considera una rama de la gerontología, al punto tal de que también se la conoce como gerontología clínica.

Las tareas de los profesionales en geriatría.

Como dijimos antes, los profesionales de la geriatría no solo son médicos; también hay enfermeras, fisioterapeutas y auxiliares que están especializados en el tratamiento de adultos mayores.

Dicho esto, los profesionales de la geriatría tienen muchas tareas y responsabilidades, entre ellas:

• Prevenir enfermedades, en especial aquellas propias de la vejez.
• Velar por la salud del paciente y diagnosticar enfermedades existentes o, en todo caso, indicar y proveer el tratamiento.
• Garantizar que el paciente conserve y/o recupere el mayor grado de autonomía posible.

¿Qué tipos de pacientes necesitan un médico geriatra?

Mientras que los niños necesitan de especialistas de la pediatría, los adultos mayores necesitan de los profesionales de la geriatría.

¿A qué edad una persona comienza a ser lo “suficientemente” adulto para entrar dentro de esa categoría?

En general, se considera que a partir de los 65 años. Por supuesto, no todas las personas llegan a esa edad de la misma manera y no todos necesitan de la geriatría. Veamos:

1. Anciano sano.

Dentro de la tipología de pacientes mayores, la primera categoría son los ancianos sanos. Son mayores de 65 años que no tienen enfermedades y puedes realizar las actividades de la vida diaria del adulto mayor de forma independiente.

Para ellos, la prioridad es realizar chequeos regulares y hacer recomendaciones en cuanto al estilo de vida, nutrición y actividad física y cognitiva.

De esta manera, se cumplen los dos objetivos prioritarios para este tipo de paciente: Prevenir enfermedades y, si aparecen, detectarlas precozmente. 

2. Anciano enfermo.

Son mayores de 65 años que presentan una patología aguda. En ese sentido, es similar a cualquier otro adulto que tiene una enfermedad.

En general y al igual que los ancianos sanos, este tipo de paciente puede ser tratado con normalidad, dentro de un servicio de salud tradicional. 

3. Anciano frágil.

En este caso, son pacientes con una o más enfermedades crónicas. El principal factor que lo define como “anciano frágil” es que, si bien conserva buena parte de su independencia, tiene un alto riesgo de perderla.

La prioridad de los profesionales en geriatría es mantener la independencia del paciente y evitar la progresión de estas enfermedades, al mismo tiempo que se procura que los medicamentos —y la combinación de ellos— no produzcan efectos adversos. 

4. Paciente geriátrico.

Por último, el paciente geriátrico es un adulto mayor que tiene una o varias enfermedades de base avanzadas y se encuentra en un estado de parcial o total discapacidad.

En mayor o menor medida, este tipo de paciente necesita ayuda para realizar sus actividades cotidianas de autocuidado (comer, bañarse, ir al supermercado, limpiar la casa, etc.).