BLOG
Las úlceras por presión, también conocidas como escaras o llagas por decúbito, son lesiones en la piel y los tejidos subyacentes que aparecen cuando una persona permanece en la misma posición durante largos períodos. Este problema de salud afecta principalmente a personas con movilidad reducida como pacientes encamados o en silla de ruedas y puede tener consecuencias graves si no se previene o trata adecuadamente.

Escrito por
Vitae Health
Publicado el
30 octubre 2025
Las úlceras por presión (UPP) son lesiones en la piel y tejidos subyacentes causadas por una presión prolongada sobre una zona del cuerpo, especialmente en personas encamadas o con movilidad reducida.
(según NPUAP/EPUAP)

Aspecto: Piel intacta con enrojecimiento persistente que no se blanquea al presionar. Puede sentirse más caliente, fría, dura o blanda que el tejido circundante.
Cambiar de posición cada 2 h (en cama) o cada 15–30 min (en silla).
Colchones o cojines anti escaras.
Evitar fricción y humedad.
Puede dañar más el tejido.
Si no mejora en 24–48 h, consultar.

Aspecto: Úlcera superficial; puede presentarse como una ampolla rota o intacta, o una herida abierta con lecho rosado-rojo sin esfacelos.
Mismas medidas que estadio I.
Nunca con antisépticos agresivos.
Que mantenga el ambiente de cicatrización (hidrocoloides, espumas).
Calor, dolor, exudado, mal olor.
Proteínas, zinc, vitamina C.

Aspecto: Daño en tejido subcutáneo visible, con posible tejido necrótico (amarillo, beige) pero sin exposición de músculo u hueso. Puede haber cavidades o túneles.
(Retirar tejido muerto) si lo hay, por personal sanitario.
Con apósitos apropiados (espumas, alginatos).
Limpieza estéril, valorar antibióticos si hay signos clínicos.
Con cambios posturales frecuentes y superficies dinámicas (colchones de aire alternante).
Puede requerir suplemento proteico.

Aspecto: Herida profunda con estructuras expuestas, a menudo con esfacelos, necrosis o túneles. Alto riesgo de osteomielitis o sepsis.
En Vitae cuidamos con compasión, respeto y calidez, en la comodidad del hogar.
Control de infección.
Con apósitos avanzados (hidrogeles, terapia de presión negativa si está indicada).
Uso de colchones de aire alternante o de baja pérdida de aire.
Posible soporte enteral/parenteral.
Injertos o colgajos.

El aseo genital y corporal es vital. Se recomienda hacerlo mínimo dos veces al día, usando agua y un jabón suave. Esto ayuda a evitar quemaduras químicas
causadas por contacto prolongado con orina o heces.
